16 de noviembre de 2011

Seguridad versus libertad

Cuando se está en la sala de la consulta del médico, opciones para que el tiempo pase, hay pocas. Si la espera va a ser larga, armate de paciencia y busca entretenimiento. Uno de ellos, recurrir a las revistas que se apilan en la mesa de la sala de espera. En esta situación me encontraba hace unos días cuando me topé con un artículo que me hizo pensar sobre su asunto. Elegí una revista entre muchas de las que allí había, no porque me gustara esa en concreto, sino, porque el abanico era limitado. Pasé y pasé las hojas, sin que ningún tema llamara mi atención tanto como para comenzar su lectura. Hasta que lo encontré, su título, me inspiró curiosidad: la necesidad de seguridad en el ser humano. Tal vez hayas oído sobre ello, más de una vez, o hayas leído sobre ello, pero a veces se nos olvida una y otra vez que la vida en si, en su esencia, es cambiante, insegura, e imprevisible, y una y otra vez nos empecinamos en ir contra natura. Necesitamos tener toda nuestra vida bajo control, los cambios alteran nuestra rutina, la que tanto odiamos, desbaratan nuestra estructura emocional y surge el miedo y la ansiedad. Tenemos que aprender que para ser libres, y encontrar la libertad, la seguridad es nuestro mayor enemigo. Sí nunca permites, ni aceptas que la vida puede sorprenderte o machacarte con sus innumerables caras, y las aceptas, superando los obstáculos, jamás sentirás que controlas tu vida, pensaras que el dueño de tu vida depende de “tu suerte”. Tenemos asimilado en nuestro subconsciente un mapa social que nos inculcaron desde pequeños y que tanto cuesta romper. Atrevete!!!
Tan sólo quiero haceros recordar que para encontrar “la libertad” se deben romper las ataduras sociales. Imaginate que has conseguido un trabajo indefinido, quién te puede asegurar que en él te jubilaras? Y si no es así, qué?
No significa ir contra el sistema, significa dejar de luchar contra la mutable vida y que la abraces, que por mucho que hagamos, la vida nos superara, por lo tanto, si crees que la seguridad, es tu salvavidas estarás equivocado, y tus energías, frustraciones, serán en balde, tan sólo estarás dándote de cabezazos contra un gran muro. Comienza a escalarlo, no intentes derribarlo y comienza a escribir tu propio mapa vital, lleno de miles de autopistas, autovías, carreteras secundarias y caminos. Si crees que viajar siempre por una autopista te evitará accidentes, te estrellarás, y te perderás innumerables aventuras.